Si existe algo que caracteriza al profesional del Derecho en el momento de su actividad procesal es la toga. Sobre su origen y otros curiosos aspectos de esta prenda de vestir exterior que proporciona distinción y dignidad a los profesionales del Derecho y sirve para identificarles en la Sala, A. Cañizares Abogados Madrid realiza un breve, pero interesante recorrido histórico.
Orígenes más remotos
La toga es una prenda exterior representativa que usan los magistrados, letrados, catedráticos, etc., encima del ordinario.
Comenzó a ser utilizada por encima de la túnica como símbolo de rango entre los ciudadanos de la República romana. Progresivamente, debido a que daba poca libertad de movimiento para la realización de las labores cotidianas, fue adaptada sólo como prenda para usarse en las sesiones del Senado o en ceremonias solemnes.
Hacia el siglo XI, en plena Edad Media, se convirtió en prenda universitaria cuando la Universidad de Toulouse en Francia la adoptó como vestimenta para distinguir al Rector y a sus Consejeros. Pocos años más tarde, la Universidad de París, fundada en 1231 la instituyó y reglamentó por primera vez como indumentaria para resaltar a quienes la institución había distinguido con reconocimientos, grados y dignidades propias de su trayectoría académica. De esta forma y a partir de ese momento, fue adoptada como símbolo de dignidad en diversas universidades del mundo y se hizo extensiva a autoridades y dignatarios de otros ámbitos ajenos a la Universidad.
De la garnacha a la toga
Ya en España, los antecedentes de la prenda que utilizan en la actualidad los abogados Madrid y el resto de profesionales de la adminsitración de la justicia se enmarcan en el siglo XVI, durante el reinado de Felipe II, quien uniformó a la Administración imponiendo el color negro para los trajes de ceremonia, aunque en referencia a una túnica ancha con manga corta denominada garnacha y que se usaba en la época sobre la ropa propiamente dicha.
Alcaldes, Oidores, Magistrados, Fiscales y otros funcionarios del rey debían ataviarse de esta forma en todo momento, como signo identificativo.
Pese a la progresiva desaparición de las garnachas, la obligación de vestirlas se mantuvo para estos funcionarios, quienes debajo llevaban el llamado traje de golilla, similar al que todavía conservan los alguacilillos en las plazas de toros.
Los abogados, por el contrario, carecían de garnacha y traje de golilla, llevando, en su lugar, una capa larga adornada con una capilla en la espalda llamada capa de letrado.
La toga actual de jueces, magistrados y abogados Madrid
Con un aspecto similar al modo actual, la Ley Orgánica del Poder Judicial de 1870, antecedente de la vigente de 1985, ya estableció la obligación del uso de la toga para abogados. En el artículo 187.1 de la vigente LOPJ especifica y exige su uso “en audiencia pública, reuniones del Tribunal y actos solemnes judiciales”
Los abogados Madrid pueden tener sus togas propias o bien utilizar las que están a su disposición en la Sala de togas del Juzgado en que deban prestar servicio, como es el caso de todos los solventes profesionales que componen el despacho A. Cañizares Abogados Madrid.
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