Desde hace unos años, sobre todo a partir de 2007, una gran podredumbre se instaló en determinados Bancos y más abundantemente en bastante Cajas de Ahorro.
Para esas actuaciones nocivas para los clientes, se utilizaron operaciones de activo, de pasivo y capital así como otros abusos de índole muy diversa, entre las que hay que destacar la redacción de muchos contratos de adhesión con cláusulas de malas prácticas. Por ejemplo: suelo; intereses de demora; desequilibrio contractual, etc, etc., al margen de comisiones espurias, e incluso algunas formas de trabajo abusivo, en bastantes casos de tipo delictivo o casi.
Centrándonos en Participaciones Preferentes y Deuda Subordinada, abundantísimas operaciones de Pasivo bancario asimiladas a Capital, según fuentes fidedignas de medios de comunicación, en la actualidad y solo en tres Cajas, el saldo vivo conjunto en estas operaciones, asciende a unos mil millones de euros y sin ambages, la única forma de poder recuperar los fondos invertidos es la actuación judicial, mediante demanda estudiada, confeccionada y defendida por abogado experto en Banca.
En sentido contrario, es decir en operaciones de Activo, descuellan los préstamos, sobre todo hipotecarios en moneda multidivisa, otorgados a clientes ayunos en conocimientos financieros de esta materia que, convencidos por los Bancos de que estas operaciones resultaban más económicas han logrado que sufran los vaivenes de los cambios y en lugar de conseguir un abaratamiento de costes, se han venido perjudicando no solo en intereses, sino también en crecimiento de capital a pagar.
La defensa de estos asuntos es extremadamente compleja y precisa de un asesoramiento jurídico de profesional muy experto en esta materia.
Por último, de forma genérica, conviene analizar los textos de documentos suscritos que, con frecuencia esconden cláusulas abusivas, así como diversas operaciones administrativas que causan abundante generación de comisiones indebidas y perfectamente reclamables para obtener su recuperación.
Comprendemos que lo expuesto es tan sintético, que se hace muy conveniente que se acuda a algún despacho jurídico, experto en banca, en solicitud de información a la vista de los documentos suscritos.
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